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Desde el 30 octubre hasta el 4 de diciembre –tuvo que alargarse dos semanas debi-
do a su éxito– todos los sábados, la «Ruta del Anarquismo» contribuyó a rememorar
las vivencias del movimiento libertario barcelonés. Mediante un autocar alquilado para
los desplazamientos, las explicaciones comentadas de los guías y el importante mate-
rial audiovisual que aportaron, numerosos compañeros subimos a él para visitar rin-
cones cargados de recuerdos libertarios. Desde las Drassanes, hasta Montjuïc, pasan-
do por el Camp de la Bota o el Parc Güell, destapamos juntos la historia casi solapada
de una Barcelona de postal empeñada en querer borrar de su memoria el arraigo del
movimiento anarquista en nuestra ciudad. Para eso surgió este proyecto y para que
quedara constancia del mismo también se enmarcó en los actos del Centenario de la
CNT en Catalunya. Esta es la historia de una idea hecha realidad tan fascinante como
necesaria y contada en primera persona por uno de sus creadores.
V
ine a vivir a Barcelona en el año
2000. Desde hacía muchos años
me había interesado por la histo-
ria de esta ciudad y sabía, a través de
muchas lecturas, que el anarquismo for-
maba parte de la historia de este lugar, ya
que según mis datos esta es la única ciu-
dad del mundo donde hubo alguna vez
“ La «Ruta
del Anarquismo»
contribuyó
una revolución anarquista, no encabeza-
da por intelectuales sino por obreros y
campesinos. La única revolución social
a rememorar
occidental donde no fueron los intelec-
tuales, ni los hijos de los ricos y pequeño
las vivencias
burgueses con ideas revolucionarias, los
que llevaron a cabo e intentaron organi- del movimiento
zar el cambio social, no desde los parti-
dos políticos, generalmente corruptos y libertario
oportunistas desde sus orígenes, sino
desde los sindicatos con estructuras par- barcelonés
”
ticipativas y asambleístas. Sin embargo
cuando llegué aquí, conversando con los
artistas e intelectuales que conocía por
razones circunstanciales, descubrí en la
mayoría un desprecio y un desdén, casi
diría enfermizo, contra cualquier cosa re-
lacionada con el anarquismo. Sorpren-
dido por este detalle decidí comenzar a mundo es necesario salir a recorrerlo y no
investigar esa historia por mi cuenta. Co- estar encerrado en una habitación. Reclús
mencé a averiguar si había gente que me y Ferrer Guardia consideraban la sala de
pudiese contar otra historia y que no tu- clases similar a una celda en una prisión,
viera este prejuicio antianarquista. Así lle- encerrado entre cuatro paredes es im-
gué a conocer a Abel Paz, Luis Andrés posible conocer lo que nos rodea. Pero Cartel anunciando
Edo, Contxa Pérez, Helenio Molina, Salva- también su creación fue motivada por la la «Ruta del Anarquismo».
dor Gurucharri, José María Nunes y otras industria turística que había convertido tocado en suerte, pero cuyo común deno-
personas que no figuraban por ninguna esta ciudad, a la que vine por primera minador era su ausencia de soluciones
parte en el ambiente oficial de la políti- vez en 1980, en el escenario de un par- prácticas y alternativas decentes, refugia-
ca ni del mundillo cultural de historiado- que temático. A primera vista me pare- dos detrás del discurso crítico que sirve
res universitarios y escritores famosillos, cía que aquí no había ninguna otra indus- al capital para aplacar la acción social y ducción y la realización del proyecto anar-
campeones de la opinión razonable pero tria que generara valor y riqueza como lo sacar su pecho democrático. Tanto dis- co turístico.
efímera, para recibir, claro está, los favo- era la industria turística. No es el tema curso de aparente crítica social bien docu- Una primera etapa consistió en situar
res del arraigado caciquismo español que de este texto discutir quién es el que ha mentada y explicada con palabras erudi- en un mapa de la ciudad los puntos donde
es el único que promete y nos consigue forrado su bolsillo con esta industria, sino tas, como si no fuera suficiente vivir el día habían ocurrido hechos relativos a la his-
una vida mejor. que la pregunta es y fue entonces ¿por qué a día del trabajador español del postfran- toria del anarquismo en la ciudad. Duran-
Conversando con estos anarquistas sur- no recurrir a los mecanismos de la indus- quismo y comerse el tarro uno mismo te ese período apareció un libro intere-
gió «La Ruta del Anarquismo», como la tria para contar una historia que a los pensando en cómo llegar a fin de mes. santísimo que llamó mucho mi atención
necesidad de rescatar los hechos olvida- dueños de la industria y sus lacayos no Pero así como la propiedad privada La Barcelona Rebeld e, que justamente
dos y silenciados que había dejado la his- les agradaba contar? nos somete a la ruindad individualista y la señalaba puntos por barrios y contaba
toria del movimiento anarquista en Bar- Ni qué decir que esto provocó la irrita- tacañería insolidaria y el Estado succio- diferentes historias. Pero no se plantea-
celona, también conocida como «La Rosa ción y molestia de distinguidos teóricos y na sin piedad con sus impuestos nues- ba como una ruta con comienzo y final.
de Fuego», nombre que según algunos curadores del ambientillo cultural artísti- tro esfuerzo laboral, paradójicamente el Cuando comencé a diseñar el recorrido el
fue puesto por Bakunin después de la co de la ciudad, además de periodistas, modelo del estado del bienestar europeo, gran problema fue dónde comenzar. Has-
revolución de «La gloriosa» en 1868. Para escritores e historiadores, cuyos nombres que tras la muerte del caudillo había baja- ta que después de muchas lecturas y con-
este ejercicio de memoria, recibí el apoyo no mencionaré para no granjearme gra- do de Suecia y Alemania, tocó «La Ruta versaciones, principalmente con Abel Paz,
de artistas visuales de los cuales Maite tuitamente su peligrosa enemistad. Al- del Anarquismo» con su varita mesiánica descubrí ese lugar: el Portal de Santa
Ninou ha sido y es la principal protago- gunos hubo que vi echar espuma por la y el proyecto pudo salir adelante gracias Madrona esquina Rambla de Santa Móni-
nista y el poeta Xavier Theros un colabo- boca y escupir sus verdades absolutas y a una subvención del Ayuntamiento de ca, donde se levanta el convento del mis-
rador indispensable. Nos organizamos nacionalistas desde su tribuna favorita: Barcelona. Corrían tiempos de vacas gor- mo nombre, reconvertido durante el post-
en torno al Colectivo Turismo Táctico. Mi La Vanguardia. das, mafiosos de alto standing y políticos franquismo en un oscuro centro cultural
propuesta era un recorrido en autocar En esa época asistí a innumerables corruptos campeaban a sus anchas. El por donde ha pasado el arte contemporá-
dónde se mostraran documentos audiovi- charlas y conferencias de expertos inte- ogro filantrópico europeo, en medio del neo sin pena ni gloria, pero con alegría
suales, se realizaran acciones en la calle lectuales, antropólogos, sociólogos, etce- desmadre de la burbuja inmobiliaria a para los bolsillos de los burócratas que lo
y se entregaran documentos gráficos y terólogos, catedráticos de diverso pelaje comienzos de la primera década del si- regentan según el capricho de los políti-
publicaciones donde se diera la voz a los expertos en la crítica social del capitalis- glo XXI, lanzaba las migajas de la especu- cos de turno.
mismos anarquistas para que explicaran mo de indudable tufillo socialista o co- lación hipotecaria para alimentar el espec- Al grito de: «Visca la llibertat i moren
su historia. Esta propuesta nació después munista post marxistoide. Expertos en la táculo cultural y Turismo Táctico se vio els frares!» arranca «La Ruta del Anar-
de mis lecturas de la Escuela Moderna, descripción detallada de los males pro- beneficiado con 12.000 euros que sirvie- quismo» entre las llamas que en 1835 cal-
donde se propone que para conocer el pios de la sociedad desigual que nos ha ron para financiar la investigación, la pro- cinaron el antiguo convento de la odiada
Centenario CNT 17
A la derecha,
inicio de una de las rutas realizada
mediante un autocar alquilado
para la ocasión.