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MODELO “B”
TEXTO PARA ORAR EN SEMANA DE SAN PEDRO Y SAN
PABLO

Y tú, ¿quién dices que soy yo?


[ Del Domingo 29 de Junio al Sábado 5 de Julio ]

1°) A LO QUE VENGO

Inicio mi encuentro con el Señor, escogiendo un sitio apropiado para mi oración. Al llegar al sitio,
en forma breve y sencilla considero la calidad de la mirada de Dios Nuestro Señor sobre mí. Y
me digo a mí mismo:

¿A QUÉ VENGO?
VENGO A MEDITAR QUIÉN ES JESÚS PARA MÍ

Al final, rezo el Padrenuestro, saboreando cada palabra.

2°) LEO LA PALABRA DE DIOS

EVANGELIO DE MATEO 16, 13-19

En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a
sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Ellos le respondieron:
Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los
profetas.
Luego les preguntó: Y ustedes ¿quién dicen que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y le
dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le dijo entonces: Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado
ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en
el cielo y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. Palabra Del Señor.

3°) PACIFICACIÓN

• Ya sea sentado, paseando, acostado o reposado; tanto en casa, como en el parque o la


Iglesia me sereno para que esta cita con Dios tenga lugar.
• Me acomodo con una posición que me ayude a concentrarme-descentrarme-centrarme,
implicando todo mi ser.
• Al ritmo de la respiración, doy lugar al silencio.
[Una y otra vez repito este ejercicio].

4°) AMBIENTACIÓN

• Hoy al igual que ayer podemos decir que Jesús se parece a Juan Bautista porque
conocerlo implica conversión y reconciliación. Que se parece a Elías porque su acción es
abrasadora. Que se parece a Jeremías porque su verdad delata toda mentira. Y que es
como otros profetas porque Él es la Palabra aguda del Padre.

• Pero ante una amistad y entrega como la que hace Jesús, no basta una respuesta
general, sino una respuesta personal. Por eso hoy, al igual que a los apóstoles, se nos
hace de nuevo la pregunta: ¿QUIÉN ES JESÚS PARA TÍ?
• En la fiesta de San Pedro y San Pablo tenemos un doble modelo de ser testigos del
Evangelio. Pedro, el creyente sencillo, generoso, bueno, y a la vez frágil, nos invita a una
amistad profunda con Jesucristo. Pablo, el creyente arriesgado, comunicativo y a la vez
con pies de barro, nos invita a la osadía de entregar la fe que nos funda.
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TEXTO PARA ORAR EN SEMANA DE SAN PEDRO Y SAN
PABLO

5°) PETICIÓN

En forma sencilla formulo mi petición. Dejo que mi petición salga de dentro. Que nazca de lo
más hondo de mi vida.

Señor, dame conocimiento profundo e interno tuyo para que más te ame y más te siga.

(Si me ayuda, puedo decir varias veces la petición)


6°) CONTENIDO O MATERIA DE LA ORACIÓN

REFLEXIONO EL NIVEL DE FE QUE PROFESO EN EL SEÑOR.


“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
• Jesucristo es el hombre plenamente hombre y plenamente bueno que asume todo el
pecado y todo el mal del mundo, por eso se nos revela como el Hijo de Dios vivo.
• Reconocer a Cristo, es acercarse a todos los que padecen en esta tierra y atreverse a vivir
como el Nazareno, experimentando la fe de la gente sencilla como lo vivió San Pedro.

REFLEXIONO LA BIENAVENTURANZA QUE NACE DE LA ESCUCHA DE DIOS.


“Dichoso tú, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos”
• Confesar a Jesús el Cristo requiere la escucha atenta de Dios que habla al corazón de
hombres y mujeres desde una amistad cultivada con sencillez.
• Escuchar a Dios, hace que el seguimiento de Cristo sea camino bienaventurado y camino
atento a los signos de los tiempos.

REFLEXIONO SOBRE LA IGLESIA QUE EDIFICAMOS.


“Tú eres Piedra, y sobre ti edificaré mi Iglesia”
• El Señor, tal como lo hizo con Simón, convierte a cada seguidor suyo en piedra sobre la
que edifica su Comunidad. Con su Espíritu, Cristo transforma las dificultades y las
limitaciones en fortalezas, mostrándonos así el modo como opera la gracia divina.
• Todo cristiano es piedra sobre la que se edifica la Iglesia, cuando vive desde la
generosidad, cuando se dispone a servir y cuando cultiva la fraternidad.

REFLEXIONO SOBRE LA POTESTAD DEL PADRE.


“Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo
y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”
• Cristo Jesús, ha abierto para siempre el acceso a la Plenitud. El poder de atar y desatar es
totalmente suyo, y lo ha comunicado a sus seguidores tan sólo para que el beneficio del
acceso al Padre llegue a todos los rincones de la tierra.
• La Iglesia ata y desata en el poder del Padre, en la medida que consolida Comunidades
diversas donde muchos hombres y mujeres se encuentran, fortalecen su fe, practican la
misericordia y cultivan la esperanza.

7°) COLOQUIO
NOTA: El coloquio es un diálogo que se hace hablando como un amigo habla a otro, ya sea para pedir
alguna gracia, ya sea reconociendo la fragilidad o el pecado, o para comunicar sus cosas, y queriendo
consejo en ellas.
(El texto sugerido puede ser útil para el COLOQUIO de esta oración).

Tarde te amé, Dios mío. Hermosura tan antigua y tan nueva; tarde te amé. Tú estabas dentro de
mí y yo distraído fuera, y allí mismo te buscaba… Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo; y
me alejaba y estaba apartado de Ti… Pero Tú me llamaste y diste tales voces a mi alma, que
cedió a tus voces mi sordera. Brilló tanto tu luz y fue tan grande tu resplandor, que ahuyentó mi
ceguedad. Hiciste que llegara hasta mí tu fragancia, y tomando aliento respiré con ella… Me
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TEXTO PARA ORAR EN SEMANA DE SAN PEDRO Y SAN
PABLO

diste a gustar tu dulzura, y ha excitado en mi alma el hambre y la sed viva. Señor, me tocaste y
me encendí en deseos de abrazarme en tu paz.
(S. Agustín – Confesiones X, 38)

8°) EXAMEN DE LA ORACIÓN

Nota: Las siguientes interrogantes ayudan a centrar la experiencia vivida en la Oración.

1) ¿Qué pasó en mí durante esta Oración?


2) ¿A través de cuáles señales me habló Dios?
3) ¿Qué quiero cambiar en mi vida?
4) ¿Qué me distrajo en la Oración?
5) ¿Qué se quedó grabado en mí?

TERMINO LA ORACIÓN CON LA SIGUIENTE OFRENDA


Toma, Señor, y recibe, toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo
mi haber y mi poseer.
Tú me lo diste, a ti, Señor lo devuelvo. Todo es tuyo.
Dispón de mí según tu voluntad. Dame tu amor y gracia que esta me basta. Amén.

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