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Parto y alumbramiento Primera etapa Etapas del parto

Desde el comienzo del parto hasta la apertura completa (dilatación) del


A pesar de que cada parto y cada cuello uterino (alrededor de 10 centímetros).
alumbramiento es distinto, la mayoría
sigue un patrón general. En
consecuencia, una mujer embarazada
puede tener una idea general de los
cambios que se producirán en su
organismo para posibilitar el
alumbramiento y qué procedimientos
se deben seguir para facilitar el
proceso. También tiene que decidir
otras cuestiones, como si va a permitir
que el padre esté presente en el
momento y en el lugar del parto (un
hospital, una maternidad o su propia Fase inicial (latente)
casa). Las contracciones se vuelven cada vez más fuertes y rítmicas.
Habitualmente, una futura madre El malestar es mínimo.
desea que el padre del bebé esté El cuello uterino se estrecha y dilata alrededor de 4 centímetros.
junto a ella durante el parto. El ánimo Esta estapa dura un promedio de 8 horas y media en un primer embarazo y
que le pueda transmitir y su apoyo 5 horas en los embarazos siguientes.
emocional pueden facilitar la
relajación y reducir la necesidad de
administrar fármacos contra el dolor.
Además, el hecho de compartir la
experiencia del parto tiene beneficios
emocionales y psicológicos, como
crear fuertes vínculos familiares. Las
clases educativas sobre el parto
preparan tanto al padre como a la
madre para tal evento. Por otro lado,
una futura madre puede preferir, en
cambio la intimidad durante el parto o Fase activa
el padre puede no desear estar El cuello uterino se dilata aproximadamente de 4 a 10 centímetros.
presente, o bien otro familiar puede La parte con la que se presenta el bebé, que suele ser la cabeza, desciende
resultar más apropiado. Los futuros por la pelvis de la madre.
padres pueden decidir qué es lo mejor La madre comienza a sentir la necesidad de pujar mientras
para ellos. el bebé desciende.
La mayoría de los partos tienen lugar Esta fase dura alrededor de 5 horas en un primer embarazo
en el hospital, pero algunas mujeres y 2 horas en los embarazos siguientes.
desean dar a luz en sus domicilios. Segunda etapa
Muchos médicos dudan a la hora de Desde la completa apertura del cuello uterino hasta el parto. Esta etapa dura
recomendar el parto en el hogar en promedio alrededor de
porque les preocupan las 60 minutos en un primer embarazo y de 15 a 30 minutos en los embarazos
complicaciones inesperadas, como un siguientes.
desprendimiento precoz de la
placenta, sufrimiento fetal (por lo
general causado porque el feto no
recibe suficiente oxígeno durante el
parto), un embarazo múltiple
inesperado, como el de gemelos, y
complicaciones después del parto,
como una hemorragia (hemorragia
posparto). El parto en el domicilio sólo
debería considerarse en el caso de
mujeres que ya hayan tenido al menos
un embarazo y un parto sin
complicaciones. Un médico o una
comadrona titulada, preferiblemente la
misma persona que se encargó de la
atención prenatal, debería ocuparse
del parto. En la medida de lo posible,
debería tener lugar en un domicilio próximo a un hospital; si está demasiado alejado, se podría
utilizar la casa de un familiar o amigo. Es importante planificar de antemano el transporte de
urgencia del domicilio al hospital en caso de que fuera necesario.
Las clínicas de maternidad están equipadas para encargarse de embarazos normales en los que
no aparecen complicaciones. Al proporcionar un ambiente cálido y permitir que los familiares y
amigos estén presentes, estos centros permiten que las mujeres tengan una experiencia relajada
y personal del parto. Si surgen complicaciones durante el parto, los centros suelen tener contacto
con algún hospital cercano para trasladar a la mujer de inmediato.
Muchos hospitales tienen centros de maternidad que combinan ambientes cálidos con unas pocas
reglas (como las que limitan el número de visitantes o las horas de visita) con la ventaja de tener
un personal sanitario preparado, servicio de urgencias y todos los medios con los que cuenta un
hospital por si fuesen necesarios. Algunos hospitales cuentan con habitaciones privadas en las
que la madre permanece desde antes del parto hasta que se le dé el alta; en estas habitaciones
tienen lugar el parto, el alumbramiento, la recuperación y la etapa posparto.
Al margen de las decisiones que tome la mujer, el hecho de saber a qué atenerse es una
excelente preparación para todo el proceso del parto y el alumbramiento.

Parto

El parto consiste en una serie de contracciones uterinas rítmicas y progresivas que gradualmente
hacen descender al feto por el cuello uterino (la parte inferior del útero) y la vagina (canal del
parto) hacia el exterior.
Las contracciones provocan la dilatación del cuello uterino, que se hace más delgado hasta que
desaparece (se borra) y llega casi a confundirse con el resto del útero. Estos cambios permiten
que el feto pase por el canal del parto.
El parto suele comenzar dentro de las 2 semanas (antes o después) de la fecha estimada del
parto. Aún se desconoce qué es exactamente lo que desencadena el parto, pero quizá sea la
oxitocina, una hormona liberada por la glándula hipófisis, que hace que el útero se contraiga
durante el parto. El parto no suele durar más de 12 a 14 horas en el primer embarazo de una
mujer y tiende a ser más breve, entre 6 y 8 horas de media, en los embarazos siguientes.
El tapón mucoso (una pequeña cantidad de sangre mezclada con mucosidad del cuello uterino) es
la señal que indica que el parto está a punto de comenzar; sin embargo, este tapón puede ser
expulsado por la vagina hasta 72 horas antes del inicio de las contracciones. En ciertos casos,
las membranas llenas de líquido que contienen al feto se rompen antes de que comience el parto,
y dicho líquido (líquido amniótico) sale por el cuello uterino y la vagina (proceso conocido como
romper aguas). Cuando estas membranas se rompen, la gestante debería ponerse en contacto
con su médico o con la comadrona de inmediato. Alrededor del 80 al 90 por ciento de las mujeres
cuyas membranas se han roto comienza el parto en las 24 horas siguientes. Si no ha comenzado
el parto después de este tiempo, es necesario el ingreso en el hospital, donde se provoca (se
induce) el parto para reducir el riesgo de infección causado por las bacterias de la vagina que
entran en el útero. Las infecciones pueden afectar a la madre o al feto. Para provocar el parto se
utiliza oxitocina u otro fármaco similar. Si el recién nacido es prematuro, es preferible realizar una
exploración exhaustiva a la mujer antes de la provocación del parto y no se realiza ninguna
revisión ginecológica hasta después de haber planificado el parto.
Cuando una mujer en pleno parto (con fuertes contracciones cada 5 minutos o menos y una
dilatación de más de 4 centímetros del cuello uterino) es ingresada en el hospital, se determinan
su peso, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y respiratoria, y la temperatura, y se toman
muestras de orina y sangre para analizarlas. El examen del abdomen incluye la estimación del
tamaño fetal, su posición (si está mirando hacia adelante o hacia atrás) y su presentación, es
decir, si la cabeza, las nalgas o los hombros, es lo que va por delante y va a salir primero. El
médico u otro profesional ausculta la frecuencia cardíaca fetal con un fonendoscopio. Se
observan la intensidad, duración y frecuencia de las contracciones. Por lo general, se examina la
vagina para determinar si las membranas se han roto y el cuello uterino está muy dilatado y
borrado, pero esta revisión puede obviarse si la mujer tiene algunas hemorragias o si las
membranas se han roto de forma espontánea. La coloración verdosa que puede presentar el
líquido amniótico una vez que las membranas se han roto se debe a la primera defecación del
feto (meconio fetal) y puede indicar sufrimiento fetal. Por lo general, el feto expele meconio antes
del parto sólo cuando sufre o cuando su presentación es con los glúteos por delante
(presentación de nalgas).
La posición y presentación del feto determinarán cómo va a pasar éste por la vagina. La
presentación de cabeza (vértice), que es la más frecuente, es la mejor para un parto seguro.
Durante la última o las dos últimas semanas antes del parto, la mayoría de los fetos se dan la
vuelta para que la cabeza se presente primero. La presentación de glúteos (nalgas) hace que el
parto sea más complicado tanto para la madre como para el feto y el médico. Al retrasar la
aparición de la cabeza del feto, la presentación de nalgas incrementa la probabilidad de
sufrimiento fetal. Como la cabeza es más ancha que las nalgas, es más difícil colocar la cabeza
en el espacio que han dejado las nalgas en el canal de parto que cuando sucede al revés y, en
consecuencia, es más probable que la cabeza quede atrapada. La presentación de hombros
también dificulta el paso del feto desde el útero. No obstante, si la posición del feto es de cabeza
y mira hacia atrás (hacia la espalda de la madre) en lugar de mirar hacia adelante, el parto es, en
general, más sencillo.
Durante el parto, se suelen administrar sueros por vía intravenosa para evitar la deshidratación.
La cateterización intravenosa también permite suministrar fármacos de forma inmediata. La
administración de sueros por vía intravenosa permite que la mujer no coma ni beba durante el
parto, por lo que tiene menos probabilidades de vomitar y aspirar su vómito durante el parto. La
aspiración del vómito puede causar el síndrome de Mendelson, una enfermedad potencialmente
mortal en la que se inflaman los pulmones. En general, la mujer recibe un antiácido para
neutralizar la acidez gástrica en el momento de ingresar en el hospital y después cada 3 horas.
Los antiácidos reducen el riesgo de lesiones en los pulmones si la mujer aspira el vómito.

Durante la primera etapa del parto, a la madre se le suele recomendar que no empuje, porque
hacerlo antes de que el cuello uterino esté abierto por completo es un derroche de energía y
además puede desgarrarlo. Aproximadamente cada 15 minutos se controla el ritmo cardíaco de la
madre y del feto. El control de la frecuencia cardíaca del feto, que se realiza con un
fonendoscopio fetal (fetoscopio) o mediante monitorización cardíaca, es la forma más sencilla de
determinar si existe sufrimiento fetal. Si la frecuencia cardíaca se acelera o disminuye
demasiado, el médico puede practicar una cesárea, utilizar fórceps o tomar otras medidas
correctivas, como colocar a la madre sobre su lado izquierdo, aumentar la cantidad de líquidos
intravenosos o administrar oxígeno mediante un tubo colocado en la nariz.
Durante la segunda etapa del parto, la madre, que es constantemente vigilada, empuja con cada
contracción para desplazar al feto por la vagina. La frecuencia cardíaca fetal se controla después
de cada contracción o cada 3 minutos, o incluso menos si se precisa.

Alivio del dolor

Con el debido asesoramiento médico, la mujer dispone de la información necesaria acerca de los
aspectos generales de las técnicas de alivio del dolor mucho antes del inicio del parto. Puede
elegir el alumbramiento natural, que se basa en la relajación y en ciertas técnicas de respiración
para hacer frente al dolor, o puede decidir usar analgésicos o un tipo particular de anestesia, si
es necesario. Una vez que comienza el parto, estos planes pueden modificarse, según cómo se
desarrolle el mismo, cómo se sienta la mujer y qué recomiende el médico o la comadrona.
Monitorización fetal La necesidad de la mujer de aliviar el dolor durante el parto
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