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Revista de Gastroenterología del Perú - Volumen 20, Nº3 2000

Hidatidosis hepática: Revisión de casos intervenidos quirúrgicamente en


el Hospital Militar Central. Lima 1990-1999

Santos Correa Tineo (*), Carlos Culqui Lévano (**), M. Pinto Paz(**),
Lisbeth Huillca (**), Edgardo Salinas Alva(***).

Cirujano General. Dpto. Cirugía General Hospital Militar Central. Docente


Asociado Facultad de Medicina Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Medico Residente Dpto. Cirugía General Hospital Militar Central.
Medico Residente Oncología Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins EsSalud.
Departamento de Cirugía General Hospital Militar Central Lima-Perú.

RESUMEN

Se presenta un estudio descriptivo retrospectivo de 21 intervenciones quirúrgicas


de hidatidosis hepática que corresponde al 30% de un universo de 70 pacientes
que presentaron el diagnóstico de hidatidosis en el Hospital Militar Central de Lima
desde 1990 a 1999, los otros porcentajes están distribuidos de la siguiente
manera 67% pulmonar, 1.5% peritoneal y 1.5% de bazo.

Se analizó la frecuencia con relación al sexo, edad, procedencia, sintomatología,


pruebas serológicas, radiología, ecografía, Tomografía Axial Computarizada (TAC),
técnica quirúrgica realizada, la morbimortalidad, estancia hospitalaria.

Los resultados fueron los siguientes: La edad media de los pacientes con quiste
hidatídico hepático fue de 29 años, la incidencia de sexo 76.19% para el
masculino y 23.81% femenino; la sintomatología más frecuente fue: dolor en
hipocondrio derecho 66%, masa palpable 38%; con relación ala procedencia de
los pacientes 57.14% vienen de zona endémica. Se realizó 52.4% de pruebas
serológicas, Arco V 42.8%, ELISA 23.8%, Western Blot 33%, este último presentó
el 100% de positividad; se hizo estudio de eosinofília la que fue positiva en un
80.95%; la ecografía se realizó en un 100% de los pacientes, TAC en 61.9%,
Gammagrafía hepática en 114.2%.

En relación al tratamiento quirúrgico fue conservador en un 95.2% y radical en


4.3% y de estos quistes tratados 42.8% fueron complicados; las complicaciones
post operatorias se presentaron en 66.6% siendo la más frecuente la fiebre
persistente, la mortalidad fue de cero y la estancia hospitalaria promedio fue de
74 días.
PALABRA CLAVE: Hidatidosis Hepática, Tratamiento Quirúrgico

SUMMARY:
We present a retrospective and descriptive study of 21 surgeries of echinocociosis
of the liver, corresponding to 30% of a universe of 70 patients that were studied
at HMC from 1990 to 1999; other places were 67% in the lung, 1.5% in
peritoneal cavity and 1.5% in the spleen.

We analyzed frequency in relation to sex, age, origin of the patient , clinical


findings, serological tests, radiological tests, abdominal ecography, CT, surgical
procedure, morbility and mortality and stay at hospital.

These are the results:


The average age was 29 years; 76.19% male and 23.81 %female; pain of the
right superior quadrant was 66%, palpable mass with 38%.57.14% were from
endemic region. We did serological test in 52.4% of the patients; V arc 42.8%;
ELISA 23.8%; W. Blot in 33% with 100% of positive results. Eosinophilia was
found in 80.95%; echographic studies were realized in 100%; CT in 61.9%;
hepatic gammagraphy in 14.2%. Surgical treatment was conservative in 95.2%
and radical in 4.3%.42.8% were complicated cysts. Postoperative complications
were present in 66%; the most frequent was fever. The rate of mortality was 0%.
The average of stay at hospital was 74 days.
KEY WORDS: Hepatic Echinococosis, Surgical treatment

Rev. Gastroent. Perú 2000; 20(3): 270-84

INTRODUCCIÓN:

La hidatidosis es una zoonosis endémica en la gran mayoría de los países


ganaderos; y plantea aún hoy grandes problemas sanitarios y económicos (1,2,3).
Desde el punto de vista geográfico, la infestación hidatídica aparece donde hay
convivencia de los tres tipos de huéspedes: hombre, rumiante portador de larva
(principalmente ovinos) y carnívoros portadores de la tenia adulta sobre todo
perros(1,2,3). Uruguay tiene el mayor índice de infección hidatídica del mundo e
incluso fue catalogado como plaga nacional 24/100,000 habitantes, es seguido
por Chipre, Grecia, Chile, Argentina (1,2,3,4). El Perú tiene regiones ganaderas
que constituyen zonas endémicas como los departamentos de Junín, Puno,
Arequipa, Cajamarca (1,5,6,7).

Para la patogenia y evolución del quiste hidatídico es necesario revisar el ciclo


evolutivo del parásito: el perro es principal portador y es el huésped final del
parásito adulto, actúa como huésped intermediario, la oveja, la cabra; y el
hombre es un huésped accidental. Los huevos del parásito que se encuentran en
las heces de los caninos son la fuente de infestación de los huéspedes
intermediarios en los cuales se desarrolla el quiste hidatídico. El cielo continua
cuando el perro ingiere las larvas al comer las vísceras de un animal infestado. El
hombre entra al ciclo por contacto con las heces del perro contaminado. En el
intestino delgado el embrión liberado del huevo atraviesa la mucosa intestinal y
pasa a la circulación portal y llega al hígado donde generalmente queda
enquistado (55-70%), otros pueden llegar al pulmón 30% y raramente a otros
órganos: cerebro, riñones (15%) (1,5,8,9,10,11,12,).

La hidatidosis hepática se puede definir como el conjunto de hechos patológicos


resultantes de la localización y evolución del embrión del Equinococus, se forma la
adventicia hidatídica quien es la responsable de las más importantes
complicaciones del quiste hidatídico (5,10,12).

Esta enfermedad aparentemente benigna debe ser considerada grave, no solo por
las complicaciones evolutivas a que está expuesto y que pueden ser mortales,
sino por la compleja terapéutica que puede requerir y la elevada morbimortalidad
que en algunas series alcanzan el 10% (5,10,13,14,15). Pueden desarrollarse
como quiste hidatídico único en el 80%, dos ó múltiples quistes (3-4%) y las
infestaciones masivas son raras. Con relación al mismo hígado generalmente se
desarrolla en el lóbulo derecho (segmento V, VI, VII, VIII), por cada 10 quistes
que asientan en el lóbulo derecho, uno se desarrolla en el lóbulo izquierdo
(segmento II-III) (5,10).

Los quistes hidatídicos tienen tasas de crecimiento lento, la clínica es variada, los
quistes hidatídicos hepáticos no complicados pueden permanecer asintomáticos
por 10 o más años, pueden presentar dolor en hipocondrio derecho o epigastrio,
dispepsia alimentaría post prandial, síntomas de dolor biliar y/o ictericia en los
complicados, fiebre y leucocitosis en los abscedados, cuadros respiratorios sobre
todo disnea cuando hay complicaciones a tórax (10).

El diagnóstico se sustenta básicamente en la serología y radiología. En la serología


hay varias pruebas que son especificas de la hidatidosis, la ausencia de serología
positiva para el Equinococus no descarta la enfermedad (1,2,5,10).

La inmunoelectroforesis en suero es el procedimiento más confiable y detecta en


un 90% y sigue positiva un año después de erradicado; la hemaaglutinación
indirecta tiene sensibilidad del 85%, sigue siendo positiva por varios años después
de erradicado el quiste; fijación de complemento sensibilidad del 70% esta prueba
se vuelve negativa después de 6 meses.

La prueba de ELISA parece ser muy sensible para detectar infección por
Equinococo. Se han obtenido resultados preliminares excelentes con el análisis de
Western Blot (1,2,5,10)

La radiografía de tórax puede denotar calcificaciones en el hígado y también


quistes hidatídicos pulmonares simultáneamente. La radiografía simple de
abdomen, denota calcificaciones en hipocondrio derecho, hepatomegalia y
elevación del hemidiafragma (5,10).

La ecografía detecta aproximadamente el 90% de los quistes hidatídicos


hepáticos, es eficaz, de bajo costo, útil sobre todo en regiones endémicas, sin
embargo es menos precisa que la TAC para detectar y delinear la extensión del
quiste, la sensibilidad de la TAC es del 100%, y es útil cuando el diagnostico de
hidatidosis es incierto o cuando se sospechan complicaciones como ruptura o
infección de un quiste ya que a menudo es difícil diferenciar entre estos quistes
complicados y los abscesos amebianos o piógenos (5,10,12,24,28).

El tratamiento quirúrgico sigue siendo el tratamiento de elección para la mayoría


de los individuos. Sin embargo existe una controversia considerable sobre la
extensión de la operación a realizarse (13,16,17,18). Se tienen adelantos en el
manejo médico de la hidatidosis con tratamiento antihelmíntico y existe
experiencia limitada con aspiración y drenaje percutáneos de los quistes
hidatídicos(12,13). En el momento actual el tratamiento antihelmíntico
complementa el manejo quirúrgico pero no lo reemplaza, se maneja mejor sobre
todo en quistes pequeños y únicos. Existen reportes de tratamiento satisfactorio
de 30% de pacientes tratados con mebendazol y 40% con albendazol, esto se ve
mejor en hidatidosis pulmonar. Las indicaciones para tratamiento con
antihelmíntico sistémico incluyen: hidatidosis pulmonar recurrente o hidatidosis
diseminada, quistes hidatídicos hepáticos múltiples, recurrentes o inaccesibles
ruptura intraperitoneal o intratorácica espontánea, contaminación accidental del
peritoneo con el contenido del quiste durante la quistectomía quirúrgica y cuando
el paciente no es apto para un tratamiento quirúrgico definitivo. Los pacientes con
quistes mayores de 5 cm de diámetro son candidatos quirúrgicos. El manejo
espectante es prudente en los casos en que el paciente se encuentra sintomático
y el quiste tiene menos de 4 cm de diámetro o se ubica en la profundidad del
hígado. Estos pacientes deben ser seguidos con ecografías cada 6
meses(12,13,17,18).

El tratamiento quirúrgico tiene 2 partes importantes: la primera es esterilización


del parásito con soluciones hipertónicas y remoción del contenido quístico,
segundo el tratamiento de la cavidad residual para lo cual existen muchas
técnicas quirúrgicas que tienden a solucionar el problema de tres formas
diferentes: drenándolo, rellenándolo, suprimiéndola. Hay procedimientos
conservadores, no tratan en forma completa la adventicia solo tratan el parásito
como la quistostomía, quistéctomía subtotal o procedimiento de MABIT y el
procedimiento de POSADAS que consiste en el cierre y abandono de la cavidad
(13,16,17,18,19,20)

Los procedimientos radicales que tratan en forma completa la adventicia y el


parásito como la quistoadventicéctomía o periquistectomía parcial o total descrita
por POZZI en 1887, la quisto resección procedimiento de Bougerom y Guiz que
consiste en la resección del quiste utilizando los planos de disección anatómica
cisurales del hígado. La hepatectomía regladas que tienen indicaciones muy
precisas. Actualmente se realiza la cirugía laparoscópica en casos bien
seleccionados (21,22,23,24)

El objetivo de este trabajo es mostrar la casuística y resultados obtenidos en el


diagnóstico y tratamiento quirúrgico del quiste hidatídico hepático en el servicio
de Cirugía General del Hospital Militar Central-Lima. Presentarnos el grupo etáreo,
sexo, sintomatología, radiología, localización, técnica quirúrgica realizada,
complicaciones y estancia hospitalaria.

MATERIAL Y MÉTODOS

1. Tipo de estudio: Retrospectivo, descriptivo.


2. Sujeto de estudio: Pacientes con diagnóstico de hidatidosis hepática,
hospitalizados en el servicio de cirugía del Hospital Militar Central y que hayan
sido intervenidos quirúrgicamente, en forma electiva y de emergencia.
3. Lugar: Hospital Militar Central
4. Instrumento: Ficha de recolección de datos que comprende el recojo de la
información referente a: A. exámenes preoperatorios, B.- el reporte del acto
operatorio y C.-las hojas de evolución de paciente.

MÉTODO
Se realiza la selección bajo los siguientes criterios:

Criterios de inclusión
Todo paciente con diagnóstico de hidatidosis hepática operado en el servicio que
cuente con una historia clínica completa y con reporte operatorio completo.

Criterios de exclusión
Toda historia clínica que se encuentre incompleta en cualquiera de los tres ítems
que recoge la ficha de recolección de datos.

Todos los pacientes incluidos en el estudio, deberán tener una historia clínica
completa, tener el diagnóstico de hidatidosis hepática corroborado por estudios de
laboratorio, estudio ecográfico o tomográfico.
Haberle realizado una intervención quirúrgica conservadora o radical.
Evaluación postoperatoria de las complicaciones Se incluye como una de ellas la
estancia hospitalaria.
Posteriormente se hará el estudio estadístico de distribución de frecuencia
porcentajes y medias.

TÉCNICA QUIRÚRGICA:
Se realizó laparotomía (17 casos) con diferentes incisiones, Kocher, Chevron,
Mercedes, paramediana derecha. Dos casos de abordaje toracoabdominal y dos
con técnica laparoscópica.

En todos los casos se colocaron gasas embebidas con cloruro de sodio al 20%
para aislar la zona operatoria, en las laparotomías además en la herida operatoria.
Se preparó previamente un abocath # 18 conectado a una llave de tres vías
donde una vía va conectada al tubo de aspiración y el otro al equipo de venoclísis
conectado a un frasco para evacuar el contenido quístico, y la tercera vía va a la
jeringa de 20 cc la que se llena con solución salina hipertónica de cloruro de sodio
al 20% (30 a 50 ampollas) como promedio, en una oportunidad fueron necesarias
100 ampollas para tratar el quiste más grande que se trató en el hospital. Se
procede a punzar el quiste, se evacua 20 cc y por el sistema de drenaje cerrado
se inyecta 20 cc de CINa 20% durante 5 minutos como mínimo y luego se extrae
la misma cantidad; este procedimiento se realiza tantas veces como sea
necesario.

Apertura del quiste, evacuación de la membrana germinativa. El tratamiento de la


cavidad fue realizado por diferentes técnicas como: quistostomía con dren tubular,
quistostomía + capitonaje +dren tubular, quistoadventicectomía parcial y drenaje
tubular, quistoadventicectomia y capitonaje + drenaje tubular, lobectomía
hepática izquierda, quistoadventicectomia parcial +omentoplastia y drenaje
tubular con técnica laparoscópica.

RESULTADOS

De un universo de 70 pacientes intervenidos quirúrgicamente con el diagnóstico


de quiste hidatídico entre los años 1990-1999, se halló hidatidosis hepática en
30%, hidatidosis pulmonar en 67%, peritoneal 1.5%, solo bazo 1.5% (Figura 1).
Se realiza el estudio descriptivo retrospectivo de los casos de hidatidosis hepática
que presentan los siguientes resultados:

FIGURA 1
UNIVERSO DE QUISTES HIDATÍDICOS: SEGÚN
LOCALIZACIÓN HEPÁTICO, PULMONAR, BAZO,
PERITONEAL

Sexo: Masculino 76.1%, Femenino 23.9%. El HMC es un hospital que tiene


población mayoritaria del sexo masculino por el tipo de institución que es.
Edad: Entre 18 a 20 años (10), 47.61%, 21 a 30 años (8), 38.10%, 3140 años
(3) el 14.28% (Figura 2).

FIGURA 2
NÚMERO DE CASOS SEGÚN GRUPO ETÁREO: 18-20,
21-30, 31-40 AÑOS
Procedencia, considerando como zonas endémicas en nuestro país (Junín 6,
Arequipa 2, Puno 2, Cuzco 2) se registraron 12 casos (57.13%) y de zonas
aparentemente no endémicos (Lima 4, Moquegua 1, Tumbes 1, Tacna 1, Chincha
1, Tingo María 1) 9 (42.8%).

La sintomatología más frecuente fue: Dolor en hipocondrio derecho 66%, tumor


palpable debajo del reborde costal derecho 38% seguidos por dispepsia post
pradial, fiebre en los casos complicados.

El estudio serológico se realizó en 11 casos (52.4%). No se realizó ningún estudio


serológico en 10(47.6%). Arco V en 9 (42.8%) de los cuales 4(44.5%) fueron
negativos y 5 (55.5%) positivos. ELISA 5 pacientes (23.8%),de los cuales 4
fueron negativos (80%) y un positivo (20%) Western Blot en 7 pacientes, 33.3%
todos fueron positivos (100%) de estos, 3 tenían arco V negativo y ELISA
negativo. Se observa que el Western Blot es el examen serológico más efectivo
para e¡ diagnóstico por su alta sensibilidad.

Eosinofilia se presentó en 80.95% de pacientes con un rango de 4 al 16%. La


eosinofilia se presenta teóricamente solo en el 30% de hidatidosis y desaparece o
no se presenta n casos de hidatidosis complicada sobre todo infectadas. Sin
embargo observamos que presentaron eosinofilia con alto porcentaje y que de los
casos diagnosticados corno complicados previos a la cirugía que fueron 7, 3 no
presentaron eosinofilia y 4 sí presentaron, uno de ellos hasta un valor de 11%.

Se encontró 9 casos (42.85%) complicados de los cuales 4 (44.4%) tenían vías


biliares abiertas al quiste por encontrar líquido de color bilioso o de tinte amarillo:
3 casos (33.3%) fueron quistes abscedados con líquido purulento alternado con
tinte bilioso. Un caso (11.1%) con fístula del quiste hacia el estómago, un caso
(11.1%) de quiste abierto a vía biliar segmentaria, segmentos II-III con
evacuación de restos de membrana germinativa y quistes hijos a toda la vía biliar
principal.

TABLA N.° 1
Número de quistes según: Ecografía - TAC y Hallazgo operatorio
Hallazgo
Ecografía T.A.C.
Quiste hidatídico operatorio
N % N % N %
Único 13 14
61.9% 7 (61.9%) 66.6%
Dos 3 6
14.2% 3 (23%) 25.8%
Múltiple 5 1
23.8% 3 (23%) 4.8%
Hígado y otros órganos 2 2
Se usó cloruro de sodio al 20% en el 90.47% de casos para la esterilización del
parásito. Excepto en un caso (4.76%), que no se usó porque había comunicación
muy amplia a vía biliar, en un solo caso se uso agua oxigenada (4.76%).

La estancia hospitalaria promedio fue de 74 días con un mínimo de 7 días y un


máximo de 254 días.

La ecografía se realizó en el 100% de pacientes. Se determinaron el número de


quistes: únicos 13 casos, dos quistes en 3 casos y como múltiple 5 casos, 2 casos
en hígado (únicos) y otros órganos (bazo y flanco izquierdo, el segundo riñón y
supravesical. La T.A.C. abdominal se realizó en 13 pacientes: 7 pacientes (61.9%)
denotaron quistes únicos, dos quistes en 3 pacientes y múltiples 3 pacientes.

TABLA N.° 2
Localización de Quiste hidatídico hepático: Ecografía, T.A.C. y Hallazgo
operatorio
Hallazgo
Ecografía T.A.C.
Localización operatorio
N % N % N %
Hígado Derecho 17 (80.95%) 11 84.6% 16 76%
Hígado Izquierdo 3 (14.28%) 2 15.4% 3 14.2%
Ambos 1 (4.76%) - - 2 9.5%

Se realizó gammagrafía hepática en 3 casos. Dos casos denotaron no presencia de


quistes y mencionaba hepatopatía difusa los cuales tenían diagnóstico de quiste
hidatídico por ecografía, tomografía y en el hallazgo operatorio, el 3° caso informó
hipocaptación intrahepática sugerente de quiste hidatídico hepático y hepatopatía
difusa.

FIGURA 3: Ecografía de quiste hidatídico único en FIGURA 4: Ecografía de quiste hidatídico donde se
lóbulo hepático derecho visualizan vesículas poligeras
FIGURA 5: Quiste con septos FIGURA 6: Quiste

En cuanto al tratamiento quirúrgico, de los 21 casos, 17 fueron intervenidos por


laparotomía usando diversas incisiones, Kocher 12, Chevron 2, Mercedes 1,
paramediana derecha 2. Por vía toracoabdominal dos casos, laparoscópica dos
casos. En cuanto a los tipos de tratamiento que recibió la cavidad quística
observamos que en 20 pacientes (95.2%) se realizaron técnicas conservadoras
incluyendo la técnica laparoscópica y 1 solo caso (4. 8%) se realizó técnica radical
(segmentación hepática).

TABLA N.° 3
Dimensiones del quiste hidatídico hepático según
hallazgo operatorio
DIÁMETRO CASOS PORCENTAJE
<5 cm 3 14.28%
5-10 cm 6 28.57%
11-25 cm 10 46.61%
>25 cm 2 9.52%
El mayor número de casos se encontró entre 11-25 cm.
Seguido de 5-10 cm

Se realizó cirugía complementaria al tratamiento de quiste hidatídico hepático 2


colecistectomías un caso por que la vesícula biliar hacía cuerpo con la pared
quística, y el segundo caso por contener en su cavidad quistes hijos y con signos
de eritema, edema y aumento de tamaño. Un caso que se complementa con
papiloesfinteroplastía transcluodenal por contener en vías biliares principales
restos de membranas y quistes hijos. Un caso de fistulectomía de cavidad quística
a estómago.

TABLA N.° 4
Tratamiento de la Cavidad Quística
Quistostomía y drenaje tubular 6
Quistostomía, capitonaje y D. tubular 6
Quistoadventicectomía parcial y D. tubular 3
Quistoadventicectomía parcial, capitonaje y tubular 3
Quistoadventicectomía parcial, omentoplastía y D. tubular 2
Segmentectomía (II y III) Hepática y D. tubular 1

Las complicaciones en el post operatorio:14 casos (66.6%); el más frecuente fue


fiebre postoperatoria; hubo 5 casos que presentaron complicación directamente
en la cavidad residual con absceso de dicha cavidad y fístula biliar. Se
reintervinieron 6 pacientes: 2 casos por cavidad quística residual abscedada, 2
casos de absceso subhepático, 1 caso por recidiva de quiste y una colecistectomía
por formación de fístula de la vesícula biliar a la cavidad residual.

TABLA N.° 5
Complicaciones post-operatorias de QHH
N.°
Complicación Porcentaje
Casos
Fiebre post-operatoria 5 35.71%
Cavidad residual abscedada 3 21.42%
Fístula biliar 2 14.28%
Infección de herida operatoria 2 14.28%
Neumopatía aguda 2 14.28%
TOTAL 14 100%

Las causas de reintervención: Absceso de pared, absceso subhepáticos, recidiva


de quiste hidatídico hepático.

TABLA N.° 6
Reintervenciones luego del tratamiento de Quiste
Hidatídico hepático
Absceso de cavidad quística residual 2
Absceso Sub hepático 2
Recidiva de QHH 1
Fístula de V.B. a cavidaad quística residual 1

DISCUSIÓN
El quiste hidatídico es una zoonosis que en nuestro país, plantea un gran
problema sanitario y económico situación que pudiera reducirse sólo y únicamente
con educación sanitaria persistente en la población por parte del Ministerio de
Salud (2,5)

La mayoría de publicaciones, refiere que la mayor incidencia de hidatidosis es


hepática en un 65-75% (20,22,24), pulmonar 25 a 30%, bazo 1%, otros 1%.
Nuestra casuística presenta contradictoriamente a la bibliografía, hidatidosis
hepática sólo en 30% y pulmonar 67% valores que son exactamente inversos; si
tiene aproximación en porcentajes los de bazo y otras localizaciones nuestros
hallazgos y lo que reporta la literatura (1,2,3,5,10,11,25,26).

La incidencia de hidatidosis se presentó en una edad promedio de 29 años, con un


rango de 18 a 20 años (47.6%), edad en la que se realiza el servicio militar
obligatorio, y son soldados que proceden de distintos lugares del país que
ingresaron al ejercito ya con la enfermedad. Un 38.10% corresponde a la edad de
21 a 30 años, es decir que entre los 18 a 30 años suma un 85.7%, es decir el
mayor porcentaje de hidatidosis hepática en personas jóvenes lo que está de
acuerdo con la literatura, la que describe una mayor frecuencia de esta
enfermedad a esta edad (15,12,5,10).

Con relación a la distribución por sexo: el sexo masculino fue el 76.19% y esto en
relación ha que la población que se atiende en el Hospital Militar en su gran
mayoría son de sexo masculino.

La sintomatología presentada por orden de frecuencia fue: Dolor en hipocondrio


derecho 66%, masa palpable 38% y dispepsia alimentaría; síntomas que también
se presentan en ese orden, en trabajos publicados (15,12).
Con relación a la procedencia 57.13% de los pacientes proceden de zonas
endémicas (Junín 6, Arequipa 2, Puno 2, Cuzco 2) y 42.9% de zonas
aparentemente no endémicas (Tumbes, Tacna, Chincha, Tingo María); los
pacientes que llegan al servicio de cirugía del Hospital Militar no son los que viven
en Lima, la gran mayoría son referidos de todo el Perú. Lo que sí llama la atención
es la procedencia de pacientes de diversas ciudades de la costa y la selva que no
son zonas endémicas, lo que nos llevaría a la conclusión que la hidatidosis está
distribuida en todas las regiones del país lo cual es muy preocupante por que
indica la deficiente, o no existencia de medidas de salud pública para combatir
esta enfermedad.

En relación a los estudios serológicos realizados fueron en 52.4%,el más


frecuente fue el arco V (42.8%), que tuvo positividad en el 55.5% que es muy
bajo ya que esta referido que el arco V detecta alrededor del 90% de casos, otros
96-98% (1,5). El método de ELISA se realizó en 23.8% y el 80% fue negativo,
valor muy alto con relación a la bibliografía.

Aunque no hay mucha descripción del uso del Wetern Blot para quiste hidatídico,
nosotros evaluamos al 33.3% de los pacientes con esta prueba de los cuales el
100% fue positivo, incluso en 3 de los pacientes en que esta prueba fue positiva,
tenían un examen de arco V negativo y ELISA negativo. Este examen puede
constituirse en el examen serológico de elección para diagnóstico de hidatidosis,
sobre todo en los casos en que hay duda diagnostica (7).

Con respecto a la eosinofilia, el 80.95% de los pacientes estudiados la presentó,


pero lo que llamó la atención es que de los quistes hidatídicos hepáticos
diagnosticados previamente como complicados, que por lo general no presentan
ya eosinofilia, en nuestro estudio, cuatro pacientes de siete la presentaron
llegando a tener valores hasta del 11%.

El estudio por imágenes: en el 100% se realizó ecografía y en todos se detectó la


enfermedad hidatídica. La TAC se realizó en 61.9% y detectaron en todos quistes
hidatídicos. La gammagrafía hepática no debe utilizarse para diagnóstico de
hidatidosis hepática ya que es muy inespecífica y muy cara. La ecografía detecta
aproximadamente el 90% o más de los quistes hidatídicos hepáticos, es eficaz con
relación al costo en las regiones endémicas y cuando el diagnóstico de hidatidosis
es muy seguro, sin embargo se describe que la ecografía es menos precisa que la
TAC para localizar y delinear la extensión del quiste, la sensibilidad de la TAC para
el diagnóstico del quiste hidatídico hepático es el 100%, en nuestra casuística la
TAC es útil cuando el diagnóstico es incierto o cuando se sospecha de
complicaciones como ruptura o infección, ya que a veces es difícil diferenciar entre
estos quistes complicados y los abscesos amibianos o piógenos (5,24).

La tabla 1 y 2 muestran comparativamente la ecografía, tomografía y hallazgos


operatorios: más del 50% de los quistes hidatídicos hepáticos fueron únicos y más
del 70% localizados en e¡ hígado derecho como denotan los demás reportes.

La tabla 3 muestra que el 46.6% de los quistes hidatídicos hepáticos oscilaron


entre 11 a 25 cm dimensiones muy considerables que influyen en la decisión de la
técnica quirúrgica.

El planteamiento quirúrgico debe buscar un compromiso entre radicalidad y


mínima mortalidad (1 2,13,14). El presente trabajo muestra que el 95.2% de los
casos fueron tratados con técnicas conservadoras y sólo un caso 4.8% fue tratado
con técnica radical que fue la lobectomía hepática izquierda decisión que se
ameritaba por la complicación que presentaba, de haberse abierto en la vía biliar
y vesícula biliar.
Las consecuencias del tratamiento conservador además que pueda ser mayor
incidencia de morbilidad como cavidad residual y/o abscedación de esta, fístula
biliar, pero a su vez es una alternativa valida evitando un riesgo excesivo, sobre
todo teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad de por sí benigna; la
tabla 4 muestra los tipos de tratamiento que se le dio a la cavidad quística, una
constante fue que todos tuvieron drenaje tubular.

En cuanto a complicaciones, se presentaron 14 casos (66.6%) relacionados


directamente con la técnica quirúrgica conservadora 5 casos: 3 cavidades
residuales abcedadas y 2 fístulas biliares que solo harían 24% de complicaciones
del uso de la técnica quirúrgica conservadora que tomaron su tiempo en
solucionar sobre todo las fístulas biliares, teniendo en cuenta que de los 21 casos
de quiste hidatídico hepático 9 (42.85%) ya eran diagnosticados como
complicados intra operatoriamente de los cuales 5 tenían vías biliares abiertas a
cavidad quística. Cabe mencionar que la técnica laparoscópica correspondió a 2
casos muy seleccionados como quiste hidatídico hepático no complicado de
pequeñas dimensiones (4x3 cm y 4x4 cm) ambos casos tuvieron evolución
espectacular y se realizó tratamiento del quiste, periquistectomía parcial y
omentoplastia, estos paciente tuvieron el menor tiempo de estancia hospitalaria.

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