Todos los laicos, por tanto, tienen la

sublime tarea de trabajar con

empeño para que el designio divino
de salvación llegue cada vez más a
todos los hombres y mujeres de
todos los tiempos y lugares.

POR TANTO, HAY QUE ABRIRLES EL CAMINO EN

TODAS PARTES PARA QUE TAMBIEN ELLOS, SEGUN
SUS POSIBILIDADES Y LAS NECESIDADES DE LOS
TIEMPOS, TOMEN PARTE ACTIVA EN LA MISION
SALVADORA DE LA IGLESIA
LG 41.
Sin embargo, cada uno, según
sus dones y funciones debe
avanzar con decisión por el
camino de la fe viva,
que suscita esperanza
y se traduce en obras de amor
Es un grupo que ha venido ayudar a los obispos y
sacerdotes en esta misión tan loable de llevar el
evangelio a todas las creaturas, ya que en la diócesis se
cuenta con pocos sacerdotes y las extensiones
territoriales son bastas,
por lo cual el sacerdote no
logra llegar todos los
domingos a celebrar una
misa.
Es una espiritualidad de entrega a los demás, dando de nuestro tiempo y a veces se va a otras comunidades como
misioneros dentro de la misma parroquia, se siente bien servir y ver crecer las comunidades y lo más importante
es el crecimiento personal, ya que es más lo que se recibe de la gente que lo que se da.

Gracias a Dios esta labor continua, son miles de delegados y delegadas a nivel mundial que se esfuerzan día a día
por dar lo mejor de sí, reciben la formación apropiada por los mismos sacerdotes para hacer las cosas bien tal
como enseña la iglesia que se deben hacer.
Decreto apostolicam actuositatem.
Sobre la espiritualidad de los laicos
Esta vida de intima unión con
Cristo en la iglesia se alimenta
con los auxilios espirituales
que son comunes a todos los
fieles, principalmente con la
participación activa en la
sagrada liturgia, los laicos han
de utilizar esos medios de
modo que, mientras
desempeñan rectamente la
tarea del mundo en las
circunstancias ordinarias de la
vida, no establezcan una
separación entre su vida y la
unión con Cristo, antes bien,
crezcan en esa unión al ejercer
su trabajo según la voluntad de
Dios.
Exige un ejercicio continuo de fe, esperanza y caridad.
Hoy en día, hay muchos cambios en la sociedad, tecnológicos, culturales, políticos y hasta religiosos y es ahí donde,
el delegado debe avanzar en estudiar nuevos métodos de evangelización, que se adapten en las nuevas
generaciones, la utilización de las nuevas herramientas de comunicación que existan, para así atraer a nuevas almas
para el reino de Dios.

En mi opinión personal,
valoro mucho la
espiritualidad de los
delegados de la palabra
de Dios, ya que ellos
viven esa entrega
generosa de dar a
conocer a Cristo a los
demás en medio de las
carencias que se viven
en las comunidades, les
toca vivir muchos
sacrificios, sin obtener
ni un bien material.
Conclusiones: