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La región constituyó el asiento de los aztecas en su peregrinación al sur

durante su tercera morada, en donde quedan como huellas las ruinas


inmediatas a la cabecera; donde también habitaron los jovas, jumas y
apaches.
En el año de 1562 el señor Virrey don Luis de Velasco, firmó una
ordenanza de exploración, autorizando a don Francisco de Ibarra,
residente de Zacatecas. Al llegar al poblado principal, preguntó don
Francisco a los indios sumas por el nombre del lugar, contestaron que
Paquimé. Maravillados por la obra de arquitectura, ya que existían
construcciones hasta de 7 pisos de altura y se decían ¡qué casas tan
grandes! don Francisco de Ibarra dijo: señores, este pueblo se llamará
Casas Grandes.
Casas Grandes o Paquimé fue la cultura más avanzada de
todo el norte de América y su desarrollo se dio a través de
muchos años; así, tuvo tres periodos decisivos: el periodo
viejo que cubre del año 700 al 1060 que marca el inicio de la
cultura. El periodo medio, en el que se manifestó el mayor
esplendor de 1060 a 1340; finalmente el periodo tardío de
franca decadencia de 1340 a 1519.
En los suburbios de la Villa de Casas Grandes se encuentran
las ruinas de numerosos edificios que algunos historiadores
señalan como la zona en donde se asentaron los aztecas en
su peregrinación de Aztlán hasta el valle de México, en
donde fijaron su tercera morada.
Los edificios estaban muy bien situados como puntos de
defensa y para viviendas, construidos de adobe y bien
orientados; eran de varios pisos, se ascendía a ellos por
escaleras interiores y se subdividían en aposentos pequeños
que se comunicaban con habitaciones centrales. Se
formaban de masas de tierra de tamaño desigual; pero
colocadas con simetría y enjarradas las paredes. Cerca de
las viviendas se encuentran pequeños montículos artificiales,
a manera de atalayas para observar los movimientos del
enemigo.
Numerosas excavaciones se han hecho en la región de estas
ruinas y se han extraído millares de objetos de cerámica y
obsidiana; se han descubierto pinturas que revelan una
cultura muy notable.
Tiene una superficie de 3,741.65
kilómetros cuadrados, lo cual
representa el 1.51% de la superficie
total del estado. Tiene una distancia
aproximada a la capital del estado de
359 kilómetros.
La vegetación existente consta de: pastizales, yucas,
agaves, cactáceas como biznaga y gobernadora; en
las planicies y sierras hay pino y encino.
Su fauna la conforman: el guajolote, paloma de
collar, conejo, venado, burra, puma, gato montés y
coyote.
El municipio cuenta con: manantiales, presa, sierra
forestal, cantera, pino, y encino.
El clima de Casas Grandes es fresco y seco en virtud
de su altitud de 1.453 metros sobre el nivel del mar,
el ambiente desértico y las escasas precipitaciones.
La temperatura promedio anual es de 17 °C, que
sube hasta 25 o 26 °C en los meses del verano del
hemisferio norte y baja a 8 °C en la temporada
invernal. El territorio chihuahuense es proclive a
extremos climáticos; entre junio y julio pueden
alcanzarse calores de 35 °C en Casas Grandes a
pesar de su altura serrana. Del mismo modo, en la
temporada invernal pueden sentirse fríos cercanos a
cero grados centígrados
En los últimos años ha sobresalido como importante zona de producción frutícola
destacando principalmente el durazno y la manzana con presencia a nivel nacional,
también tenemos una importante producción ganadera sobre todo de bovinos y pavos,
contamos con la presencia de importantes empresas de la industria maquiladora de
exportación, y en los últimos años se ha venido incrementando inversiones en el sector
comercial y de servicios que nos vuelven una importante zona de intercambio con otros
municipios del noroeste muchos de naturaleza local y otros por la atracción de inversiones
de cadenas nacionales.
Nuevo Casas Grandes tiene un gran potencial de desarrollo económico debido a diferentes
fortalezas que como municipio pueden explotarse como su ubicación geográfica, su
diversidad cultural, su clima, las bondades de su suelo, sus instituciones educativas de
calidad y su gente emprendedora.
Se mencionan como primeros pobladores a Eleuterio Arellano, Cesáreo Domínguez y
Gaspar Acosta. El edificio de esta estación de ferrocarril se construyó en 1898 como
cuartel y en 1911 lo adquirió el ferrocarril Noroeste de México.

MODOS DE PRODUCCIÓN ACTUAL


Casas Grandes es el principal asiento
mexicano de la fascinante cultura Paquimé,
la más desarrollada de su tiempo en el
norte de México y el lugar mas importante
es el sitio arqueológico y su museo. La
región de Casas Grandes fue utilizada a
finales del siglo XIX para el establecimiento
de pueblos mormones, de los que han
sobrevivido dos con interesantes muestras
culturales: la Colonia Juárez y la Colonia
Dublán. Cerca de Casas Grandes y de
Nuevo Casas Grandes (la ciudad moderna)
se encuentran lugares de interés histórico,
ecoturístico y arqueológico, como la Cueva
de la Olla, la Cueva de la Golondrina, la
Reserva de la Biósfera de Janos y la
localidad de Mata Ortiz.
Mientras que en los sistemas
constructivos que se han utilizado
existen desde construcciones de
adobe piedra, así como también
viviendas convencionales de ladrillo
y block.
Las principales fiestas de la zona tienen lugar en Nuevo Casas
Grandes, siendo la más importante la dedicada a Nuestra Señora
de la Medalla Milagrosa, patrona de la localidad, que se celebra
durante la segunda quincena de noviembre.  A finales de julio se
realiza la fiesta regional del trigo y durante la segunda semana del
mes de septiembre son las celebraciones por el aniversario de la
fundación de la ciudad. Otro evento que ha cobrado notoriedad es
la Cabalgata Binacional Casas Grandes – Columbus, que
rememora la toma de Columbus por las fuerzas de Pancho Villa.
Durante 10 días de julio se realiza el Festival Nueva Paquimé, con
eventos tradicionales, artísticos y culturales.

FIESTAS DE LA REGIÓN
La cultura Paquimé comenzó su desarrollo
aproximadamente en el siglo VIII después de
Cristo, en Oasisamérica, el área precolombina
comprendida entre el norte de México y el sur
de Estados Unidos. La expresión más relevante
que se conserva de esta antigua civilización se
encuentra en el sitio arqueológico de Paquimé,
PAQUIME al lado de Casas Grandes. En su tiempo, la
cultura paquimé fue la más desarrollada del
norte del continente americano, viviendo su
mayor esplendor entre los años 1060 y 1340
d.C. Los arqueólogos no han podido establecer
las causas de la declinación de esta avanzada
cultura, que se produjo antes de la llegada de
los conquistadores españoles.
Los principales legados de la cultura
Paquimé son los de su cerámica y su
arquitectura. Trabajaron la cerámica
con arte y habilidad; las vasijas
decoradas tienen plasmados rostros,
cuerpos, figuras de animales y otros
elementos de su entorno. Construyeron
viviendas de varios pisos, con sistemas
de suministro de agua y facilidades
para la calefacción. El principal
producto de su alfarería eran las ollas
de barro, en las que combinaban el uso
práctico con la confección de piezas
decorativas. Las piezas cerámicas más
representativas de la cultura paquimé
se encuentran en el museo de sitio y en
museos estadounidenses.
El sitio arqueológico de Paquimé se
encuentra en el municipio de Casas
Grandes, cerca del nacimiento del río del
mismo nombre al pie de la Sierra Madre
Occidental. Contrario a la mayoría de los
yacimientos arqueológicos mexicanos,
caracterizados por pirámides y otros
edificios elevados, Paquimé fue un
emplazamiento de casas de adobe de
laberíntica construcción, con complejos
sistemas de suministro de agua e
incluso aposentos para guardar
animales exóticos y de consumo. Las
ruinas de Paquimé constituyen el mejor
testimonio de la edificación con adobe
en su época en América, tanto por lo
avanzado de las técnicas de
construcción, como por los elementos
suplementarios para la comodidad de
los habitantes.
El urbanismo de Paquimé se distingue por
varias cosas llamativas. Aunque no está
explorado e investigado en más de un
25% de sus 36 hectáreas, los expertos
estiman que pudo haber tenido más de
2.000 cuartos y unos 10 mil habitantes en
su momento de mayor esplendor. La Casa
de la Guacamayas recibe ese nombre
porque debajo de su piso se encontraron
enterradas 122 guacamayas, lo que
refleja que el ave fue un animal de
importancia en la cultura de Paquimé. La
Casa de los Hornos es un conjunto de 9
cuartos con hoyos que se supone
utilizaban para cocer el agave. La Casa
de las Serpientes estaba formada por 24
cuartos y otros aposentos, conjunto que
fue utilizado para criar tortugas y
guacamayas.
El Museo de las Culturas del Norte,
también llamado Centro Cultural Paquimé,
está ubicado en la zona arqueológica de
Paquimé y fue abierto en 1996 en una
edificación semi subterránea y
armoniosamente integrada al ambiente
desértico y a los vestigios culturales. El
diseño del arquitecto Mario Schjetnan fue
premiado en la Bienal de Arquitectura de
Buenos Aires de 1995. La edificación es de
líneas modernistas y cuenta con terrazas y
rampas agradablemente incorporadas al
entorno. La exhibición cuenta con unas
2.000 piezas de la cultura paquimé y otros
pueblos prehispánicos del norte,
incluyendo cerámicas, implementos
agrícolas y objetos variados, así como
mapas, dioramas y maquetas para facilitar
la comprensión por parte del público.
CUEVA DE LA OLLA
A unos 50 km. de Casas Grandes se
encuentra un sitio arqueológico paquimé
dentro de una cueva, cuya estructura
más característica es un inmenso
contenedor redondeado en forma de
olla. Se trata de un cuexcomate, un
granero abombado de planta circular
normalmente construido con barro y
paja, que se utilizaba antiguamente para
mantener los granos frescos y libres de
alimañas. El sitio tiene 7 habitaciones
dentro de la cueva y la comunidad que
habitaba en torno al lugar utilizaba la
olla de dos metros y medio de diámetro
y forma de hongo para guardar maíz y
calabazas, así como semillas de epazote,
amaranto, guaje y otras.
Otro lugar de interés arqueológico, situado en el mismo cañón donde
está la Cueva de la Olla, a menos de 500 metros de esta, es la Cueva
de la Golondrina. En los años 1940, un equipo geológico
estadounidense perforó varios pozos estratigráficos para documentar
las capas rocosas de la Cueva de la Golondrina. Estos pozos quedaron
al descubierto y en 2011, investigadores del Instituto Nacional de
Antropología e Historia mexicano que retomaron el estudio de la zona,
 encontraron un piso de adobe que fue construido en el siglo XI, así
como otros testimonios como cerámicas y cuerpos momificados. Los
norteamericanos habían postulado en base a sus hallazgos que la
cueva había sido habitada en la era precerámica, pero este reciente
descubrimiento parece echar por tierra esa hipótesis.

CUEVA DE LA GOLONDRINA
Juan Mata Ortiz
A 35 km. de Casas Grandes se encuentra
el pueblo de Juan Mata Ortiz, la comunidad
de la región que mejor conserva la
tradición artística Paquimé en el trabajo de
la cerámica. Juan Mata Ortiz fue un
soldado chihuahuense que se destacó en
el combate contra los apaches y murió
emboscado por ellos. La cerámica de Mata
Ortiz es reconocida nacional e
internacionalmente por su belleza y
espíritu cultural Paquimé en su proceso de
elaboración. El rescate de esta tradición
artesanal fue encabezado por el alfarero
chihuahuense Juan Quezada Celado,
galardonado en 1999 con el Premio
Nacional de Artes y Tradiciones Populares.
Mata Ortiz es el lugar ideal para adquirir
una pieza cerámica decorativa como
recuerdo inolvidable de tu viaje a Casas
Grandes.
Para promover el poblamiento y desarrollo de las regiones del norte,
entre finales del siglo XIX y principios del XX, el gobierno mexicano
estimuló la fundación de colonias en lugares apartados por parte de
emigrantes de la religión mormona. De esta época, la mejor muestra de
colonización que se conserva en Chihuahua por parte de la Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es la Colonia Juárez, situada
a 16 km. de Casas Grandes. Tradicionalmente ha sido un pueblo bilingüe
en territorio mexicano, dedicado a sus granjas lecheras y al cultivo de
duraznos y manzanas. En la Colonia Juárez son dignos de admiración su
moderno templo mormón; la Academia Juárez, edificación de
arquitectura victoriana construida en 1904; el Museo Juárez, dedicado a
la cultura mormona; y el Centro de Historia Familiar, una organización de
investigación genealógica que funciona en una casa victoriana de 1886.

LA COLONIA JUÁREZ
La plaza principal con su
kiosko, las haciendas
con fachadas porfirianas,
los sauces y las casas de
los antiguos funcionarios
del ferrocarril ubicadas
junto a la antigua
estación del tren.
Otra de las escasas localidades sobrevivientes fundadas por los
mormones en territorio mexicano es la Colonia Dublán, situada en la
entrada de la ciudad de Nuevo Casas Grandes, a pocos kilómetros
del Pueblo Mágico de Casas Grandes. La colonia ha ido perdiendo
con el tiempo su perfil mormón al ser absorbida por la ciudad
mexicana, al contrario de la Colonia Juárez, donde las tradiciones
mormonas están más presentes. Hace más de 100 años, los colones
mormones de Dublán construyeron una laguna con fines agrícolas.
El bonito cuerpo de agua es frecuentado para actividades
ecoturísticas y sigue siendo la fuente para regar las plantaciones de
duraznos y otros frutales de la localidad. Recibe el nombre de
Laguna Fierro por un curioso episodio histórico.

COLONIA DUBLÁN
 Este enorme ecosistema de pastizales del
norte de Chihuahua fue declarado Refugio de
Fauna Silvestre en 1937 por el presidente
Lázaro Cárdenas y más recientemente ha
sido designado como reserva para preservar
su biodiversidad de la degradación que ha
venido sufriendo. El principal morador de la
reserva es el perro de las praderas, una
especie de la que se ha descubierto su
importancia para mantener el terreno libre
de plantas leñosas, favoreciendo el
desarrollo de forrajes para el ganado. Otros
habitantes de Janos son  el hurón de patas
negras, que llegó a estar casi extinguido, y la
única manada silvestre de bisontes que vive
en México.

LA RESERVA DE LA
BIÓSFERA DE JANOS

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